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Electroencefalografia y Mapeo Cerebral

Electroencefalografía (EEG)

Es una de las técnicas electrodiagnósticas de uso más extendido en la práctica médica. Consiste en el registro de la actividad eléctrica del cerebro mediante electrodos aplicados sobre el cuero cabelludo. Estos electrodos se colocan sobre las zonas correspondientes a las diferentes áreas del cerebro para así detectar y registrar patrones de actividad eléctrica y verificar la presencia de anomalías. En la actualidad y por su facilidad de uso y colocación se utilizan generalmente gorros de electrodos, que están constituidos por una malla elástica, en la cual están insertados electrodos de plata clorurada colocados en las posiciones convencionales del Sistema Internacional 10-20. Cada electrodo posee un orificio por el que se introduce un gel conductor que facilita el contacto con el cuero cabelludo. También pueden colocarse directamente los electrodos sobre el cuero cabelludo, independientemente, con la ayuda de una pasta conductora que mantendrá el electrodo adherido a la superficie de la piel y el cuero cabelludo.

Preparación para el examen: La noche antes de la exploración el paciente debe lavarse el cabello y no debe aplicarse acondicionador, lacas ni aceites. Es posible que el médico solicite la suspensión de algunos medicamentos, pero el paciente no debe cambiar ni dejar de tomar medicamentos sin consultarlo antes. Probablemente se le pida al paciente disminuir las horas de sueño la noche anterior, ya que en algunas ocasiones es necesario dormir durante el examen (EEG con privación de sueño, parcial o total). La prueba no causa ninguna molestia. Aunque se puede sentir algo extraño por tener los electrodos pegados sobre la piel, estos solamente registran la actividad cerebral y no producen ninguna sensación. Habitualmente, durante la exploración, se pide al paciente que respire rápida y profundamente durante unos minutos (Hiperventilación). También se realizan otras maniobras como la aplicación de estímulos centelleantes (Estimulación Lumínica Intermitente). Estas maniobras o técnicas de activación se realizan para estudiar las variaciones que producen en la actividad cerebral. El procedimiento es muy seguro. Si se padece algún trastorno de tipo epiléptico es posible aunque poco probable que las luces centelleantes o la hiperventilación provoquen una crisis. En cualquier caso el especialista está entrenado para manejar la situación y cuidar del paciente en todo momento si esto ocurre.

Principales usos e indicaciones: El EEG se utiliza para ayudar a diagnosticar la presencia o tipos de trastornos epilépticos y para evaluar cualquier otra patología del sistema nervioso central como tumores, infecciones, enfermedades degenerativas o alteraciones metabólicas que afecten al cerebro. Estas son algunas situaciones en las que puede resultar útil la realización de un EEG:

  • Convulsiones neonatales.
  • Apnea neonatal.
  • Convulsiones febriles.
  • Epilepsias del niño.
  • Valoración de la maduración y desarrollo de la actividad cerebral en el neonato, el niño, el adulto y en el anciano.
  • Síndromes epilépticos del adulto.
  • Estatus epiléptico.
  • Crisis no epilépticas.
  • Cefaleas.
  • Lesiones cerebrales focales: Tumores cerebrales, patología vascular ( trombosis, hemorragia y embolia), infecciones del sistema nervioso central ( abscesos, meningitis, encefalitis).
  • Traumatismos craneoencefálicos.
  • Trastornos metabólicos: Enfermedades hepáticas, renales, hipoglucemia, hiperglucemia.
  • Enfermedades carenciales y endocrinas.
  • Enfermedades neurodegenerativas: Demencia tipo Alzheimer, Demencia frontotemporal ( enfermedad de Pick), enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
  • Valoración de la acción de fármacos psicoactivos ( antidepresivos, anestésicos, hipnóticos y sedantes, ansiolíticos), antiepilépticos, analgésicos y drogas en la actividad cerebral.
  • Trastornos de conciencia, coma y muerte cerebral.

Mapeo Cerebral

Con el desarrollo de la informática y de los algoritmos matemáticos necesarios, se ha posibilitado el estudio temporal y espacial cuantitativo de la actividad EEG. El mapeo cerebral consiste en el registro de la actividad eléctrica cerebral a través de la clásica colocación de los electrodos en el cuero cabelludo del sujeto y posterior procesamiento informático gracias a un software específico que analiza los diferentes parámetros del EEG en el ámbito temporal y espacial. Es una técnica de representación de los trazos electroencefalográficos que permite que la interpretación sea más sencilla. El interés principal del mapeo reside en su capacidad de representar la información en forma de mapas en dos o tres dimensiones, en donde se sintetiza el contenido de todas las señales registradas por los electrodos. De esta manera, las relaciones espacio-temporales entre las distintas regiones corticales pueden establecerse de una forma mucho más fácil y los fenómenos de muy corta duración que son difíciles de detectar sobre los trazos, aparecen claramente sobre la cartografía.